Con sólo 3 meses de haber llegado a Barcelona; ( 2009) Todavía estaba en eso de la adaptación al catalán, y a las costumbres, todo era nuevo y mi rutina del taller de casa en Cúcuta se había quedado allá.
La escuela consumía mucho tiempo y en el poco que quedaba libre empezaba a hacer vida social.
Uno de esos días un par de amigos comentaban con algo de tristeza el que no hubieran previsto el haberse mandado a hacer un vestido modernista.
Yo de inmediato les repliqué que yo podía hacerlo
– «… Pero si es para pasado mañana!» Dijo mi amiga, y añadió «¿ tú si eres capaz ? «.
La pregunta me dejó sorprendida.
Las cosas aquí son diferentes, lo había notado desde que llegué. Los procesos, los tiempos, las metodologías, los patrones y todo el arte de llevar la prenda de la idea al tejido consume mucho tiempo.
La escuela de la que yo vengo es diferente, o tal vez es mi manera de hacer las cosas. Mucho de lo que se y de lo que me da tantas alas y ventajas se lo debo a mi madre, ella me enseñó mucho y con ella hice mis primeras maestrías ( que lo que son ).
De donde yo vengo la inspiración es la cantera de donde salen todos los vestidos.
Tal vez es ese mi secreto, yo me enamoro de lo que hago, y lo hago con toda la ilusión, y ¡si! .. me salto reglas y métodos a veces, pero ahí está lo que hago, o mejor .. ahí están mis clientes complacid@s.
Ese día sin pensarlo me metí en el compromiso. No era algo a lo que no estuviera acostumbrada, con frecuencia en mi taller venían a pedirme un vestido de noche así «de la noche a la mañana» así que esa presión, esa carrera contra el reloj era algo que tenía por la manga y de pronto ya estaba como en los viejos tiempos.
A la mañana siguiente, fuí muy temprano a Les encants y conseguí telas a buen precio, luego directo a casa a coser con una maquinita casera que condecoré por no fallar con todo el trote de esa vez.
Fué uno de esos momentos Kodak.Al final la sorpresa del otro día aturdió los ojos de Mis amigos, La Anna y el Xai parecían extrañados de que fuera posible que ya estuvieran hechos los atuendos.
-Tú si que vales! – eres una crack! – ¿Pero como lo has hecho tan rápido?
Imagina poder coser tu vestido de novia o para esa ocasión especial tu misma!
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